En marzo comencé en Brain Food, mi tercera práctica profesional. Mis intereses siempre han estado relacionados a temas de desarrollo sostenible, medio ambiente e innovación social y tecnológica. Es por esto que dentro de mis prioridades de última práctica profesional fue buscar una empresa donde pudiera profundizar estos intereses antes de empezar mi carrera. Dentro de las oportunidades que estaban disponibles, la que más me motivaba era entrar a Brain Food, ya que tenía una serie de características que me llamaban la atención: consultora enfocada en tecnología y con una mentalidad innovadora, startup de rápido crecimiento, proyectos desafiantes, cultura y ambiente laboral del siglo XXI. Les quiero compartir cómo ha sido mi experiencia en estos meses trabajando en Brain Food.
En principal, lo que más me ha impresionado, es el excelente ambiente de la consultora. Tanto mis compañeros de trabajo, como la cultura organizacional y distintas formas de hacer las cosas, desde cómo nos comunicamos, la horizontalidad, cercanía y tacto ha sido una experiencia extremadamente positiva. Creo que he aprendido mucho de ellos, a pesar del poco tiempo desde que soy parte del equipo. Generalmente, uno tiene la sensación de que, por el hecho de ser practicante, tendrás que resignarte a trabajos que no tienen mucho que ver con tu rubro y que, no necesariamente son menos importantes, pero sí menos atractivos. Sin embargo, a pesar de no manejar perfectamente las terminologías y formas de operar, las distintas personas de Brain Food han depositado mucha confianza en mí, potenciando así distintas habilidades y capacidades, lo que me ha exigido a estar a la altura, aprendiendo constantemente. Estoy tratando de absorber distintos hábitos y lecciones que he ido “viendo” (vía nuevo sistema online) en mi alrededor.
Con todo esto, he logrado aprender mucho sobre los interesantes temas que manejan en Brain Food. En especial, sobre la Transformación Digital y Automatizaciones, ambos conceptos indispensables para insertarnos de mejor forma en el entorno del futuro y obtener herramientas claves para resolver problemáticas contingentes.
A su vez, me he dado cuenta de que el hecho de trabajar en una consultora es una oportunidad única para tener experiencias interdisciplinarias y dinámicas. Trabajando con distintos profesionales, rubros e industrias en corto tiempo, he evidenciado la importancia de la flexibilidad y la diversidad de perspectivas en los diferentes procesos de toma de decisiones.
En Brain Food encontré una cultura de empresa que ha superado mis expectativas y que responde a las necesidades actuales: una cultura ágil, innovadora y emprendedora. Aquí, he estado rodeada de mentes y personalidades inteligentes, pero a la vez abiertas, empáticas y alegres, donde las distintas actividades y tareas se llevan a cabo de una manera eficiente y efectiva.
Es muy desafiante estar en entorno como Brain Food, ya que involucra estar en constante estado de alerta, cuestionando y aprendiendo cosas nuevas con distintas contrapartes y proyectos. Pero, sin lugar a duda, es un lugar donde he podido potenciar mis habilidades, se afianzan equipos y los ponen al servicio de distintos objetivos en común.